Durante su etapa en el Inter de Milán, Ronaldo Nazário y el técnico argentino Héctor Cúper vivieron momentos que quedaron grabados en la memoria del fútbol. Una anécdota particular entre ambos no solo revela la creatividad de Cúper para motivar a sus jugadores, sino también pone de manifiesto el talento extraordinario del “Fenómeno”.
La historia comienza cuando Ronaldo solicitó permiso para viajar a Brasil, algo que aparentemente no era inusual durante su tiempo en el club. Cúper, conocido por su disciplina y enfoque estricto, decidió plantear un desafío insólito al delantero:
Cuper dijo a Ronaldo que tendría diez mano a mano fuera del área, advirtiendo que si le metían un gol, no viajaría a Brasil, esto fue compartido por el el propio entrenador argentino en el podcast Clank de Juan Pablo Varsky.
El reto era claro: demostrar su compromiso y estado físico enfrentando a los mejores atacantes del equipo. Pero la historia no terminó ahí. Cúper también había advertido a los delanteros: “Si no le meten un gol, mañana corremos cinco kilómetros”.
Lo que ocurrió a continuación fue un espectáculo digno del talento del “Fenómeno”. Ninguno de los atacantes logró superar a Ronaldo, quien, desempeñándose como defensor improvisado, demostró que incluso fuera de su posición natural podía brillar. Ante tal rendimiento, Cúper no tuvo más remedio que cumplir su promesa: Ronaldo se fue a Brasil.
Esta anécdota no solo muestra la habilidad sin igual de Ronaldo en el campo, sino también ilustra la compleja relación que mantuvo con su entrenador. A pesar de los momentos tensos entre ambos, esta historia deja entrever un toque de camaradería y humor en medio de las rigurosas exigencias del fútbol de élite.
Ronaldo se marchó del Inter en 2002, tras diferencias con Cúper, pero su legado en el club y en el deporte permanece imborrable. Y esta anécdota, contada por el propio entrenador, es solo una pequeña muestra del carácter y la genialidad del ‘Fenómeno’.